Hemos asistido a dos debates en Castilla y León, y los candidatos han dado lo mejor, o peor, de sí mismos para intentar captar el voto de los que todavía están indecisos. Todo ello intentando no meter la pata para no perder votos. Porque en un debate no se ganan unas elecciones, pero sí se pueden perder.
En Castilla y León, Ciudadanos obligó en el programa del gobierno que terminó con esta convocatoria electoral, a legislar sobre los debates electorales, obligando así a los candidatos, y sobre todo al presidente, a acudir a dos debates electorales televisados por la televisión pública. Es una costumbre bastante extendida en aquellos países donde se vive mejor que en España. Y por eso está en su programa electoral para autonómicas y nacionales por el partido liderado por Inés Arrimadas, porque es una vergüenza ver como alguno de los candidatos se esconde de los debates, como hizo Ayuso en las pasadas elecciones, para no salir escaldados. Evidentemente es una medida que funciona y un elemento de control más para evitar falsos candidatos impuestos, que después se desentienden de sus obligaciones y generan desgobierno.
El candidato Mañueco, por el Partido Popular, el candidato Tudanca, por el PSOE y el candidato Igea, por el partido Ciudadanos, se vieron las caras, en una campaña no exenta de polémica. En el primer debate el candidato del partido liberal tuvo que hacerlo desde su domicilio por haber dado positivo en Covid19, pero en el segundo estuvieron los 3 candidatos en el estudio. La polémica viene dada por este inusual adelanto electoral, en un gobierno que parecía funcionar, y así lo expresó el mismo Presidente autonómico tan solo 2 días antes de convocar las elecciones ante la prensa, y en el que todo iba bien. Tal y como hizo Ayuso, Mañueco le echó la culpa a su socio por una supuesta moción de censura que se supone que se estaba fraguando. Pero esta vez no ha colado, porque en Castilla y León ya hubo una moción de censura presentada por el señor Tudanca hace unos pocos meses y el partido Ciudadanos votó en contra. Esto no tiene ni pies ni cabeza. Si el señor Igea hubiese querido quitar de en medio al actual presidente, ya lo habría hecho en esa moción de censura. La verdad es que desde las mociones de censura de principios del año pasado, explicadas por los casos de corrupción en la Comunidad de Murcia, por el caso del vacunagate, en el Ayuntamiento de Murcia, por el fraccionamiento de contratos, y en el Ayuntamiento de Bormujos por la imputación del alcalde socialista, no han habido ni una sola moción de censura presentada o apoyada por Ciudadanos en todo el territorio nacional. Por eso digo que esta vez no cuela.
El candidato socialista hizo un repaso progresista de cómo se debía mejorar la gestión en esta comunidad autónoma. Lo primero que dijo es que él abriría todos los centros de salud cerrados durante la pandemia. Esos mismos centros de salud cerrados en toda España y que no se abren por falta de médicos. Y también esos mismos centros de salud que el PSOE mantiene cerrados en Extremadura, Navarra y Comunidad Valenciana. El PSOE como siempre prometiendo lo que no cumple en otros sitios, y por eso creo que el señor Tudanca mentía descaradamente. Hizo hincapié en volver a instaurar el impuesto de sucesiones, impuesto que ha sido retirado en estos últimos 2 años desde la llegada de la formación naranja al gobierno de Junta. Este impuesto ya fue declarado ilegal por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2014, pero aún así las formaciones de izquierdas quieren retomarlo, y el Partido Popular no lo tiene retirado en todos los sitios donde gobierna. Otra cuestión que el candidato del PSOE sacó de su chistera, fue un plan contra la despoblación. Castilla y León ya ha conseguido captar población por primera vez en varias décadas, en este último año, pero aún así lo ha presentado. El caso es que este mismo partido siempre promete lo mismo, también en Extremadura y Castilla la Mancha, pero en Extremadura, al tener mayoría absoluta todavía no lo ha puesto en marcha. El PSOE como siempre, promete mucho, pero no es la primera vez que gobierna, y gobernando cumple muy poco o nada.
Evidentemente el candidato del PSOE excluyó de su discurso, todo sus saco de piedras que lleva a la espalda. Las innumerables mentiras de Sánchez, líder nacional del PSOE. Los más de 700 asesores del gobierno socialista, que no son otra cosa que enchufados y mantenidos, que después harán su trabajo interno manteniendo a las bases convencidas de que en las primarias hay que votar a Sánchez. La reciente inhabilitación de la alcaldesa de Alcorcón por quebrar una empresa pública. La investigación del alcalde de Bormujos, que está imputado. La investigación a la alcaldesa de Móstoles, que también está imputada. Los contactos del Ministro del Interior con el entorno de ETA, que ha resultado en más de 250 acercamientos a cárceles del País Vasco, más de la mitad de los presos que aún cumplen condena de la banda terrorista. Las más de 1200 violaciones de la ley de transparencia del gobierno nacional. El caso Ábalos sin resolver. El apoyo del PSC al entorno nacionalista en Cataluña. Y el caso de los ERE todavía no ha terminado de juzgarse. Como pueden ver, no son 2 o 3 cositas. Yo, personalmente, veo demasiado lodo alrededor de la rosa socialista, y el señor Tudanca ha tenido que sobrevivir a ese lodazal mejor que sus compañeros para estar donde está, y eso significa, no alzar la voz ni una sola vez en contra de ninguno de sus compañeros, ni pedir ni una sola dimisión. Cualquier candidato socialista sabe perfectamente que haga lo que haga y cometa los delitos que cometa, su partido no le va a pedir una dimisión, y esto no es una apreciación personal, es historia, lo que pasa es que a mi no se me olvida.
El señor Mañueco, por su parte, prometió muchas cosas, todas esas cosas que ya estaban en los presupuestos autonómicos que se estaban ultimando. Algunas de ellas llevan décadas en los programas electorales del Partido Popular, y no ha sido hasta esta legislatura que acaba, cuando han empezado a cumplirse. Para poder haberlas cumplido, solo debía haber presentado los presupuestos y haber votado a favor, y no convocar elecciones. El candidato popular, no ha explicado en absoluto, el asunto de la supuesta moción de censura. Además hemos visto periodistas incómodos por que este candidato nunca responde a las preguntas, se limita a soltar un mitin, pregunten lo que pregunten, y por supuesto el mitin no tiene nada que ver con la pregunta. El Presidente de la Junta, llegó a asegurar que el gobierno de la Junta, era suyo. Por supuesto fue corregido por sus contendientes dejándole bien claro que el gobierno no es suyo, sino del conjunto de los castellano leoneses. También fue corregido por que dijo que “él se la juega en estas elecciones”, cuando realmente quienes se la juegan son los votantes de Castilla y León. Claro que viendo el currículum del candidato popular, evidentemente se la juega, porque lleva 30 años concatenando cargos públicos por el PP, sin haber trabajado ni un solo día para cualquier régimen normal de la seguridad social. El caso es que el 99’9999 % de la población española, ha trabajado, trabaja, o trabajará por cuenta ajena, propia o tendrá una empresa, pero los políticos profesionales, como Pablo Casado, Pedro Sánchez, Alberto Garzón o, en este caso, el señor Mañueco, superan la edad de los 40 años, teniendo un poder adquisitivo muy alto, sin haber estado en ninguno de estos 3 supuestos. Todo esto quiere decir, que si su carrera profesional política acabase mañana, no tiene ningún oficio ni beneficio del cual vivir, al contrario que el señor Igea, que es doctor en medicina con especialidad de digestivo, con plaza en un hospital de Palencia, y que ya tenía la vida resuelta, mucho antes de afiliarse al partido naranja.
Tampoco hizo mención alguna sobre el saco de piedras popular, el candidato de los charranes. El voto negativo a la reforma laboral, esa que si apoya FAES, Fatima Bañez, Europa, la patronal, y el haber votado lo mismo que los antisistema y proetarras de Bildu. No hizo mención sobre si iba a formar un gobierno con VOX, partido al que se le está cayendo la careta y aún con mascarilla se le ve el totalitarismo de ultraderecha. Todo esto después de que Ayuso fuese a Castilla y León, y dijese que no pasa nada por gobernar con VOX. No hizo mención a la compra masiva de voluntades tránsfugas por parte de su partido en todo el territorio nacional, que incluso aquí en Colmenar Viejo, nos afecta. El caso Kitchen se sigue investigando y hay personalidades muy importantes del antiguo gobierno del señor Rajoy implicadas. Su propio nuevo consejero de sanidad se ha reunido fuera de agenda, tan solo 2 días después de haber tomado posesión del cargo, con una empresa licitante por un contrato de 800 millones de euros, y ha sido en varias ocasiones. El caso de financiación ilegal del Partido Popular de Salamanca en las primarias que hicieron a Mañueco líder del PP en Castilla y León, y de las cuales, fue el mayor beneficiado. El hundimiento de Telemadrid después de que su compañera Ayuso volviese a politizar la cadena hace unos pocos meses. Los chiringuitos montados también en la Comunidad de Madrid después de desterrar a sus anteriores socios de gobierno de la Asamblea madrileña. El completo desgobierno en Murcia. El vacunagate. La crisis ambiental causada por el desgobierno que asola el Mar Menor. El NO de su partido a que se investiguen los casos de abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia. El Partido Popular de Casado es otro lodazal, pero es que el señor Mañueco ha sobrevivido al lodazal de Casado, al lodazal de Rajoy, y al lodazal de Aznar. Por experiencia, tras haber visto las actuaciones del gobierno murciano y madrileño, sé perfectamente que lo primero que haría el PP tras quitarse a sus incómodos socios de enmedio, sería quitar todos los elementos de control establecidos en estos 2 últimos años, para prevenir la corrupción a la que los azules estaban acostumbrados. Ni yo ni nadie con 2 dedos de frente tiene alguna duda en cuestiones de corrupción con el Partido Popular. Volverán, al igual que las cabras vuelven al monte. Como en el caso de los afiliados al PSOE, cualquier candidato conservador sabe perfectamente que haga lo que haga y cometa los delitos que cometa, su partido no le va a pedir una dimisión, y esto también es historia de la cual yo no me olvido.
El señor Igea por su parte, se limitó a prometer que seguirán haciendo lo que han cumplido durante estos 2 años, y además hizo hincapié en que el partido naranja no promete mucho pero si cumple mucho, y lo ha demostrado ampliamente. Prometió que Verónica Casado, nombrada mejor médico de familia del mundo, y respaldada en estas elecciones por todas las asociaciones de sus compañeros por su buena gestión, seguiría al frente de la consejería de sanidad para terminar de acometer una reforma ambiciosa de la sanidad en Castilla y León. Prometió seguir bajando impuestos, porque ya habían suprimido el impuesto de sucesiones para familiares de primer grado, pero querían seguir suprimiendo también este impuesto para familiares de segundo grado. También prometió volver a bajar el tramo del IRPF autonómico, otra vez, porque ya lo habían bajado en estos dos años. Un ambicioso plan de captación de población con beneficios fiscales de alta cuantía para aquellas empresas que quieran establecerse en su comunidad. Otro ambicioso plan de captación de población, no solo para que familias de otras comunidades autónomas quieran establecerse allí, sino también para que los que se fueron, vuelvan. Que Castilla y León seguiría siendo una comunidad autónoma transparente para evitar la corrupción. Y también prometió seguir nombrando a los mejores profesionales posibles, no solo gente con experiencia profesional demostrable en los sectores fuera de la política, sino que serían gestores top, como en el caso de la doctora Casado.
Con estas perspectivas los votantes de Castilla y León deberán tomar su decisión antes de la tarde del domingo. Mañana es día de reflexión, y deben afrontar la pregunta de qué hacer en estas elecciones. ¿Es Mañueco una persona de fiar? ¿Es Tudanca una persona de fiar? ¿Se pueden fiar los castellanoleoneses del PSOE o el PP? ¿O deben fiarse de quienes han demostrado ser de fiar durante estos dos últimos años desde el partido naranja? Si yo tuviese que responder a esas preguntas, diría sin vacilar que tanto Mañueco como el Partido Popular han demostrado NO ser de fiar, que Tudanca no ha podido demostrar nada, pero el PSOE ha demostrado durante 40 años NO ser de fiar, que C’s se habrá podido equivocar en sus 16 años de historia, pero cumple sus promesas, echa a sus imputados del partido o los hace dimitir, establece múltiples elementos de control contra la corrupción y está demostrando una nueva manera de hacer política (muy extendida en los países en los que se vive mejor que en España), y por lo tanto SI son de fiar. Y en cuanto al candidato Igea, no tiene mácula alguna, tiene 2 años de gestión muy correcta con una pandemia atroz por medio a sus espaldas, y que demostró ser una persona de fiar y leal, más que de sobra, en la moción de censura votando en contra y defendiendo lo pactado.
A todo esto solo puedo añadir, que tengo el completo convencimiento que si los castellano leoneses no depositan su confianza en el señor Igea, el Bicorruptismo del PPSOE y sus socios populistas de los extremos se lo harán pagar muy muy caro. Por desgracia los murcianos y los madrileños ya sabemos esto por experiencia. No cometan los mismos errores que nosotros hemos cometido. Así que les deseo buena suerte y acierto para el domingo.