Un Coto de Hayas está más valorado en el mercado que uno realizado en la provincia de Madrid. Son dos vinos totalmente diferentes y eso el consumidor lo nota. Muchos de estos terrenos son regados por aguas con sal, una chispa que hace de nuestros vinos los mejores con un toque diferente.
Por geografía España cuenta con casi 6000 kilómetros de costa repartidos entre Mar Mediterráneo, Mar Cantábrico y el Océano Atlántico. Muchos de estos terrenos regados de forma abundante por aguas saladas que ahora sabemos que son ideales para la producción de algunos de nuestros mejores vinos.
Existen tres puntos fundamentales para tener un buen vino de base, la planta de la uva, la tierra y la atmósfera. En Galicia lo saben bien, su suelo arenoso más concretamente en las tierras pertenecientes a las D.O. Rías Baixas donde se cultivan los Albariños lo reconocen. La importancia de la influencia atlántica con temperaturas tibias y las constantes precipitaciones hacen que el ambiente no deje nunca de estar húmedo, algo que le viene muy bien a los viñedos.
El Albariño se ha convertido en un vino de referencia de nuestro país y despierta gran admiración entre los viticultores. Una experiencia el degustar este vino que además es aderezada con modestos hoteles en los que te puedes despertar entre viñedos frente al mar, como en la bodega de Pontevedra Adega Familiar Eladio Piñeiro. También destacamos la importancia de otra bodega de Condes de Albarei que obtuvo la medalla de oro en el Challenge Internacional du Vin de Burdeos, un premio insólito pues es la primera vez que se otorgaba a un vino blanco de procedencia española.
Seguimos hablando de albariños y cultivos de chardonnay esta vez en Cantabria y País vasco donde las laderas montañosas y las aguas del golfo de Bizcaya entremezclan viñedos y mar a partes iguales. Bodegas Itsasmendi con un patrimonio de más de 30 hectáreas tiene visitas guiadas que se pueden programar en su página web, además de disfrutar de su tienda online que te lleva sus productos estés donde estés.
Y si de costa hablamos, el mediterráneo que nos completa en este y sur, nos otorga muy buenas vistas de un mar cálido y la mayoría de veces en calma. En las islas Baleares se cultivan los mejores vinos blancos secos, cuyo otro ingrediente especial además de la tierra, la uva y la humedad del mar es el viento de tramontana. La bodega Vinya Sa Cudia es una finca sostenible cerca del Parque Natural de S’Abufera d’Es Grau.
Variedades de moscatel y palomino las encontramos en Andalucía, clásicos vinos con los que se elaboran los vinos manzanilla, un clásico vino de Jerez. Estas bodegas César Florido emplaza su producción vinícola en tierras de Chipiona y Sanlúcar de Barrameda.
Si hablábamos de uno de los ingredientes para hacer un buen vino como la tierra, destacaremos la importancia de los vinos de las Islas Canarias, sobre todo los que arraigan en mitad de un suelo volcánico. Destacan en este tipo de tierras las malvasías, que se nota en su sabor el clima y la particular geología de la isla. La fertilidad de los suelos volcánicos se nota en sus variedades, el tipo de uva autóctona hizo que primero se elaborasen vinos blancos, pero pronto se especializarían en la malvasía por su característica uva. Hacer turismo de vinos en Tenerife es sin duda otra opción altamente recomendable, poder disfrutar de la riqueza del mar y un volcán está al alcance de cualquiera.