las puertas cerradas de un desordenado armario.
El papeleo incesante en un cuarto.
El tocadiscos de música variada, sonada en mi cabeza.
Los huesos fríos del invierno.
Soy, la alumna de credos y de primaveras.
La mirada centrada en la realidad.
La taza de café o de té, repleta de versos.
La burbuja sin miedo a explotar.
Soy
el humilde telescopio
que no pierde de vista nada.
La niña adulta que descubre la importancia del cuerpo.
La joven que observa el anticuario de los demás.
El borrador abierto para consejos.
y, las pupilas que esconden el sagrario de mi templo.
Solamente, soy, lo que no ves.
Lo que descubrirás.