Ahora, es la hora.
Después de una semana de tregua,
de renacer entre esas cenizas ya quemadas y pisoteadas.
Incapaz de entender comentarios de paleolíticos.
Vuelvo, otra vez, a reconducir mi vida.
A reconstruirme entre olas
recubiertas de valor y fortaleza.
A tejer, un resquicio de esperanza.
Encontré grietas, la concupiscencia.
Me sentí sola. Pero encontré la armonía.
Siendo rock de vez en cuando, pinturas, esculturas.
Lo retro, lo divino.
La vela consumida.
El desahogo en las pasiones.
CONTINUAR...