Nunca debí dejar escapar a la rosa que el Principito
me regaló con todo su amor.
Fue el tiempo que pasó con su rosa
lo que la hizo tan importante.
Pero ya es tarde,
todo se me escapa de las manos.
Mi vida figura en una partitura pellizcada
por el dolor de un solo de piano.
Menos de ciento cuarenta y cuatro horas quedan
para serenar una despedida.
Para hacerme a ella o que ella se haga conmigo.
Para almacenar todo aquello que hizo
que se me erizara la piel.
Para retenerlo en la memoria sin que se marche.
Porque solo ayer,
renació bajo mis ojos,
un caudal de lluvia entre este invierno sin hojas.
Lo último de Cris Ariza Rosado
- GATOS
- ANIMAL IMPERFECTO
- ARAÑA
- NI A MARTE
- LUCES Y SOMBRAS
- LA SEMANA DE LOS DIAS
- TODOS LOS MESES DEL AÑO
- EN LA CUERDA FLOJA
- TESTIGO DE ENFRENTAMIENTO Y FESTEJOS
- CASTILLO DE ARENA
- TU FIRMA EN MIS TAPAS
- NIVEL -1 (3º Parte)
- POESIA INFRA-VALORADA
- CON GENTE O SIN ELLA
- HACER MILAGROS
- PERSONAS DE PASO
- EXPLORA, SUEÑA, DESCUBRE
- LOS OJOS DE LA INCERTIDUMBRE
- ODA A LA CALMA
- CONSERVAR LA VIDA
- POR EL BUEN CAMINO
- SIETE SENTIDOS
- LA HUELLA DEL TIEMPO
- OJO EN EL MAR, TORRE DE MARFIL
- EL ESCAPARATE DE MI REINO
- MONSTRUOS OSCUROS Y CLAROS
- EL ALAMBRE
- UN MAR DE EXTRAÑOS
- LA PLUMA A SUS LUCES
- Solamente Soy
- SUEÑOS SIN VESTIR
- CIUDAD DEL MAR Y DE GIGANTES
- ABRIGAR LA INFANCIA
- INVENTO SIN DOBLECES
- ARTES ANCLADAS, EN LA VERDAD
- ESPEJOS DE VALIENTES
- ATRÁPAME
Deja un comentario
Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.