Colmenar Viejo se podría quedar sin el servicio de urgencias sanitarias definitivamente

Tránsfugas
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La política de recortes aplicada por el gobierno de la Comunidad de Madrid y el pasotismo del gobierno local apoyado por los tránsfugas, podrían llevar a su cierre definitivo

Colmenar Viejo ha pasado de ser “Puerta de la Sierra”, a convertirse en “Puerta sin Salida Sanitaria”. En uno de los últimos municipios de la zona norte, al menos en materia sanitaria. Y es que así lo demuestran las estadísticas en este sentido. 

Los vecinos de Colmenar Viejo deben esperar una media de siete u ocho meses para conseguir una cita con el especialista en el Centro de Salud. Pero lo más grave, es que si de repente caen enfermos, tendrán que recurrir a un familiar o vecino que disponga de un vehículo para que le traslade a uno de los dos hospitales de referencia del municipio: La Paz o Villalba. Ambos a decenas de kilómetros, resultando imposible acercarse si no se dispone de transporte privado.

Así lo ha manifestado Juan Antonio, un vecino de Colmenar Viejo que no dispone de vehículo y que tras ponerse de repente, enferma su mujer, tuvo que acudir a un vecino para que les trasladase urgentemente al hospital, al encontrarse cerrado el Servicio de Urgencias de Colmenar Viejo 

Y todo ello generado por la política de recortes en materia sanitaria propiciada por el gobierno de la Comunidad de Madrid, que además ha contado con el beneplácito y el pasotismo del equipo de gobierno municipal del PP, sostenido por dos concejales tránsfugas, que abandonaron la formación por la que se presentaron y se han negado a entregar el acta de concejal, ya que el jugoso sueldo que perciben como concejales con dedicación exclusiva no lo tendrían en sus puestos de trabajo.

La sanidad bajo mínimos

El Corte Inglés dispensa las vacunas y las rebajas llegan a los centros sanitarios. Esta podría ser la definición real de lo que está ocurriendo en Madrid. Mientras Ayuso abre los brazos a las multinacionales de la Comunidad, permitiendo que estas vacunen contra la COVID, estrangula la atención primaria, recortando, lamentablemente, el personal sanitario.

Si la pandemia de la COVID le ha servido de algo al PP y en especial al de la Comunidad de Madrid, ha sido, además de dejar abandonadas las residencias de ancianos durante la pandemia, para hacer oposición a todo lo que se planteaba desde el gobierno central y especialmente, para aplicar su política neoliberal en materia sanitaria, con grandes recortes de personal como no se había vivido en los últimos años. Y hay que reconocer que esta política del no por el no y de la negatividad total les está dando resultados electorales.

Estos recortes en la sanidad pública comenzaron con el famoso hospital fantasma de Ifema. Esta fue la punta de lanza para evacuar personal sanitario de diferentes Centros de Salud con la excusa de la pandemia que asolaba el planeta y con la intención de no retornarlos jamás a sus lugares de origen.

Colmenar Viejo, un municipio entregado a la causa

Colmenar Viejo fue uno de los municipios donde la Comunidad de Madrid había puesto sus ojos para llevarse a los profesionales de las urgencias del Centro de Salud. Al fin y al cabo, estaba gobernado por el mismo color político y por un alcalde que no iba a poner impedimento alguno con tal de ganar puntos de cara a su futuro político.

Con la apertura de las instalaciones de Ifema, se cerró las urgencias del Centro de Salud y se recortó drásticamente el personal del propio centro. Cuestión que en principio podría tener sentido por la grave situación que se estaba viviendo. Pero los días, semanas, meses y años han ido pasando y a medida que la situación del Coronavirus se iba controlando y descendiendo gracias a las vacunas, la situación sanitaria ha continuado bajo mínimos, sin que el personal retorne a sus puestos y sin ampliar una plantilla de especialistas, ya de por sí muy escasa. A pesar de haber transcurrido casi dos años desde que se cerraran las instalaciones de Ifema.

El negocio de la sanidad pública ha sido siempre uno de los caballos de batalla del PP en general y del madrileño en particular. Solamente hay que realizar un recorrido por los hospitales de la región, construidos con el dinero de todos los madrileños y comprobar en qué manos privadas se encuentran.

De Urgencias a Oficina Municipal

Colmenar Viejo lleva camino de quedarse definitivamente sin el Servicio de Urgencias ubicado en el Centro de Salud Sur. Así se desprende de las palabras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso, que manifestó su negativa a ponerlas de nuevo en marcha, además de las palabras, y es lo más grave, del alcalde de la localidad, Jorge García, según señalaba en un medio afín al gobierno, que no era urgente esta apertura.

Qué esconde el equipo de gobierno mantenido por tránsfugas, defendiendo este cierre? La incógnita se encuentra dentro del propio alcalde, que prefiere arrodillarse ante sus mayores de la Comunidad de Madrid, antes que defender los derechos y la salud de sus vecinos.

Una de estas respuestas se ha podido vivir durante estos días festivos en el municipio, donde Jorge García ha apostado fervientemente por las corridas de toros, a pesar de la que está cayendo, que por reivindicar la apertura de urgencias. Muy aficionado a aparecer en videos promocionales, no ha grabado ni uno solo defendiendo la sanidad del municipio, ni la apertura del Servicio de Urgencias.

El alcalde, tan dispuesto a alquilar locales sin sentido, como oficinas municipales, al lado del Ayuntamiento, por las que paga cifras astronómicas, ya se encuentra estudiando a qué concejalía destinar las diferentes salas de lo que, hace dos años, fueron las urgencias colmenareñas. Tiempo al tiempo. Al menos así se comenta en círculos cercanos al Ayuntamiento.