Analizamos la letra pequeña de este producto dirigido al público infantil, que emplea como reclamo varias declaraciones nutricionales y de propiedades saludables
Galletas con vitaminas y minerales
Estas galletas destacan en su envase que contienen “6 vitaminas, hierro y calcio”. No incumplen la ley, porque esta declaración puede hacerse siempre que 100 g del alimento aporte, como mínimo, el 15 % de las ingestas de referencia de estos micronutrientes. Y todas las vitaminas y minerales de estas galletas cubren entre el 15 % y el 57 % de esas ingestas. Pero estas cantidades, que no se alcanzan a partir de las materias primas principales sino que han sido añadidas como ingredientes, no compensan el aporte de azúcares e hidratos de carbono de fácil asimilación que contiene este producto.
Podemos obtener la misma cantidad de estos micronutrientes que tiene una ración establecida por el fabricante (5 galletas, 30 g) a partir de alimentos sin enriquecer y saludables:
- Calcio, con 10 avellanas (16 g).
- Hierro, con una almeja pequeña (6 g).
- Vitamina A, con 3 g de zanahoria.
- Vitamina D, con 1 g de atún.
- Tiamina (B1), con 9 g de pipas de girasol.
- Riboflavina (B2), con medio huevo (36 g).
- Niacina (B3), con 10 cacahuetes (15 g).
- Vitamina B6, con siete nueces (35 g).
Galletas con fibra
Estas galletas contienen 5,4 g de fibra por cada 100 g, por lo que puede destacarlo en el envase. La mayor parte de ella (80 %) se añade como ingrediente en forma de fibra de avena. La versión normal contiene 2 g por cada 100 g.
Se puede conseguir la misma cantidad de fibra (1,5 g) de cinco galletas con: seis nueces, 12 judías pintas, una manzana pequeña (75 g) o la cuarta parte de un albaricoque desecado (orejón)