El equipo de gobierno de Colmenar Viejo acomete la reurbanización de calles sin demostrar la viabilidad técnica del adoquinado proyectado. Mayores riesgos y dificultades para peatones y vehículos.
En su carrera por aplicar el excedente económico ahorrado durante años, el alcalde y su equipo licitan obras y proyectos sin ton ni son. Mientras, los viandantes y los vehículos padecen los inconvenientes y deterioro continuo de calles adoquinadas y sin aceras. Esta solución no ha mejorado en absoluto la estética del entorno ni incrementa el valor comercial de estas calles, como se ha demostrado en la calle Real, Feria, Huertas o Pedro López, donde el bacheado por hundimiento de la plataforma obliga a reparaciones cada poco tiempo, pone en riesgo la circulación y facilita la ocupación de las aceras por conductores incívicos, y donde sigue el goteo de cierre de negocios.
Pero a las obras propuestas en la plaza de Almagro y las calles Cuesta, Nueva, Luna y Trueno, se añaden riesgos que ya se apreciaron en Huertas, pese a que desde el Consistorio no quiere reconocerlo. Son calles con gran pendiente que se volverán intransitables para los peatones cuando llueva. Además, la instalación de bolardos reducirá aún más el espacio de paseo por las aceras y eliminará las escasas plazas de aparcamiento útil que hay en esas calles. La pendiente y la desaparición de los bordillos, al bajar la plataforma, obliga a disponer escalones o rampas de acceso a portales y garajes. Otro efecto que ya conocemos de Pedro López impone la necesidad de reformar a fondo y construir una nueva losa sobre la que asentar la base de adoquines, pues de otra manera el agua que se filtra arrastrando la arena usada en la compactación hasta que los ladrillos quedan sin soportación suficiente y se hunden, acelerando el proceso de pérdida de más arena.
En la calle aludida, y pese a la reparación ejecutada meses atrás ya vuelven a observarse todos estos defectos.
En la calle Nueva, frente a la casa de la Harina, la pérdida de compactación por filtración será aún más peligrosa porque el solar habilitado recientemente como aparcamiento no dispone de taludes impermeables de retención de los materiales que soportan la calzada. Sin la compactación necesaria, los áridos escaparán hacia el solar, acelerando el proceso de pérdida de material y con el riesgo de agrietamiento y movimiento de tierras sobre el solar arruinando totalmente la calzada. De hecho, ya se comienzan a observar defectos en la parte de acera que se usa como acceso de los
vehículos al espacio de aparcamiento. En caso de cualquier incidente hay que recordar que el Ayuntamiento se inhibirá de cualquier tipo de reclamación sobre los vehículos dañados ya que ese solar es un bien particular sobre el que el municipio no tiene responsabilidad.
Por ello, la Asociación de Vecinos por Colmenar Viejo recomienda al Ayuntamiento que una vez realizados los trabajos de infraestructura de saneamiento necesarios, se restituya el sistema de acera elevada, eso sí facilitando las rampas y medidas de accesibilidad necesarias. Que no se proceda al adoquinado, sino que se mantenga el sistema de asfalto antideslizante adecuado para compensar los efectos de las lluvias en el tráfico de vehículos en las calles con pendiente como las descritas, y que urgentemente consolide los taludes de compactación de la calle Nueva sobre el solar antes citado.
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