Si… Parece mentira, pero llevamos 4 legislaturas y 2470 días, que son 6 años, 9 meses y 5 días, desde el último Debate del Estado de la Nación, que se había celebrado desde 1983, 25 veces, 10 veces con Felipe González, 6 veces con José María Aznar, 6 veces con José Luis Rodríguez Zapatero y solo 3 veces con Mariano Rajoy, que fueron solo en su primera legislatura. Se había celebrado todos los años no electorales desde la segunda legislatura democrática sin ninguna otra excepción y está regulado en el artículo 196 del reglamento del congreso.
Desde aquel 25 de febrero de 2015, muchas cosas han cambiado. Ciudadanos, Podemos, VOX y Teruel Existe nunca habían tenido representación en el Congreso de los Diputados. El fugado Puigdemont, entonces era alcalde de Girona y no había sido ni si quiera candidato a president de la Generalitat. Donald Trump no había pisado la Casa Blanca. El Reino Unido era parte de la Unión Europea. La última pandemia con millones de muertos había sido la de la mal llamada Gripe Española de 1918. El PP no había sido condenado por el caso Gürtel y el PSOE tampoco lo había sido por el caso ERE de Andalucía. Ahora las transferencias bancarias se hacen por Bizum, Tik Tok era solo el sonido del reloj, decenas de miles de patinetes eléctricos están por nuestras calles, las cripto monedas son el medio más utilizado para las transferencias entre las organizaciones criminales. Y la vida también cambia por que yo ahora soy un hombre casado con dos hijos y por aquel febrero de 2015 era un hombre soltero, sin hijos y con pelo en la cabeza.
¿Qué es lo que tanto miedo le dio a Mariano Rajoy en 2017, año no electoral, y que también aterroriza a Pedro Sánchez desde entonces para que no se produzca tan importante debate en el congreso? ¿Por qué no quieren dar explicaciones? Pedro Sánchez ya podría haber convocado este debate y sigue sin hacerlo, siguiendo la estrategia de su antecesor conservador.
Está más que claro que el Partido Popular en 2017 y 2018 no quería exponerse a un debate, que hubiese sido muy bronco, dado que tenían problemas graves de corrupción en el seno del partido, y que todavía se siguen investigando con el caso Kitchen, que investiga la utilización de medios económicos y funcionarios del estado para la adquisición y eliminación de pruebas sobre el caso Gürtel, para que no llegasen a manos de la justicia.
Y está más que claro que Pedro Sánchez, no quiere exponerse tampoco a este tipo de debate teniendo el caso Plus Ultra, y el caso Ábalos todavía ambos sin esclarecer. Además, tendría que dar explicaciones sobre la extensa hemeroteca de mentiras que desde la campaña electoral se ha ido recogiendo. Tendría que dar explicaciones sobre su pacto con los nacionalistas catalanes y los indultos, su pacto con Bildu y los acercamientos de presos de ETA, el tercer grado al asesino de Laredo, Dolores Delgado, los nombramientos del Constitucional, y un larguísimo etcétera.
Pero es que también habría preguntas cruzadas con la oposición que Casado no quiere responder, como el robo de vacunas en Murcia, el caso Kitchen, la ruptura del pacto antitrasfuguismo. Podemos tampoco quiere responder a por qué mantiene a condenados por la justicia en su organización y VOX tampoco quiere responder a por qué ayudó al PSOE con los 140.000 millones de Europa, en Bormujos o en Andalucía.
Pacto de caballeros del bipartidismo, o como yo lo suelo llamar, bicorruptismo, y los extremistas populistas de izquierdas, de derechas y nacionalistas.
Oscurantismo para la democracia española y para los españoles que votarán.
Y no se hable más, que en boca cerrada no entran moscas.